Ritual para que vuelva esa persona especial para nosotros
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¿Qué necesitamos?
En una santería (Tienda de imágenes de santos y objetos de culto) debéis comprar un Velón de Desespero (ése es su nombre) cuyos colores son rojo y verde o rojo y blanco. No importa el color, solo es importante el nombre de la persona que queremos que vuelva y de y su resultado final.También podéis adquirir polvos potenciadores (opcional) para potenciar el resultado del ritual junto con otros ingredientes a saber:
- Miel
- Un palillo
- Cerillas de Madera
Comenzamos el ritual
Empezaremos a elaborar el ritual. La vela se enciende en noche con luna llena o creciente. Nunca se encenderá en luna menguante ya que se obtendría el efecto contrario.- Poner el nombre (si es compuesto también) y apellidos de la persona que queremos que vuelva (primero y segundo apellido) escritos de arriba a abajo (de la mecha del velón a la base) con ayuda del palillo.
- Repetimos la operación 7 veces.
- A continuación, escribimos nuestro nombre. Debe escribirse cruzado alrededor de la vela y de las 7 veces que lo hemos plasmado anteriormente. (Le escribimos con nombre completo y dos apellidos).
Ahora es el momento de utilizar la miel, que debe ser untada en la misma dirección en la que se han escrito los nombres (de arriba a abajo)
Acto seguido se esparcirán los polvos (si los habéis comprado).
Llegados a este punto, ponemos el velón en un plato de color blanco y la encendéis. No consiste solo en encender una vela sino en poner toda tu energía positiva y tu fe, al mismo tiempo que pides a los seres de tus creencias, que te ayuden a devolver a esa persona a tu vida. Debes concentrar tu mente en la petición para que sea muy clara y no haya ninguna duda y así el volón se consuma hasta el final.
Una vez que la llama llegue hasta la base y se apague, debéis meterla en una bolsa y tirarla en un lugar donde haya ruido (papelera o contenedor en la calle, mercadillo, etc...).
Contraindicaciones
Nunca deseéis causar daño o realizar el ritual en vuestro propio beneficio porque la llama, aunque no lo creáis, se apagará.