Existe una relación muy estrecha entre las hadas y
el viento .Las hadas acuden siempre al sonido suave de las
campanillas. Más aún si esas campanillas
no están movidas por la mano humana, sino por el viento.
El motivo es que las hadas adoran el viento, ya que están bajo la tutela de la Diosa Aine, la
Diosa del Aire y de todos los seres alados que transitan por él..
De ella depende, entre otras cosas
nuestra estabilidad emocional.
Contra la ansiedad, los miedos e incluso la depresión se
recomienda tener en alguna ventana, balcón un colgante de piezas menudas y variadas que
al chocar entre ellas emitan un sonido musical, tenue y suave.
Un detalle añadido es la forma de las piezas. Pueden ser
pequeños tubitos, o figuras como por ejemplo: mariposas, libélulas, hadas,
estrellas…
Lo importante es que, cuando el aire las toque y haga que se
rocen entre ellas suenen de forma armónica.
Ese sonido es un llamador. (Llamador de Hadas)
Un reclamo suave y melodioso para que las hadas vengan a cuidar de ti, sobre
todo de los pensamientos e ideas que cruzan por tu mente y a las que muchas veces les damos más importancia de
la que realmente tienen.
No olvides que de las hadas dependen todos nuestros deseos y nuestros sueños y que ellas son las encargadas de ir abriéndonos
los caminos para que lleguemos a ellos.
Cuando coloques uno
de estos llamadores de hadas en algún rincón de tu casa, no olvides, al oírlo
sonar,-que en algún momento lo hará- que las hadas están muy cerquita. Háblales
para que puedan saber cuáles son tus inquietudes y lo que necesitas de ellas.
