Cada 19 de septiembre, miles de personas asisten con mucha expectación y asombro a la licuefacción de la sangre de San Genaro. Este acontecimiento se le considera un gran misterio ligado a un gran milagro.
La historia comienza en el siglo III en Roma, cuando regía el emperador Diocleciano. En aquella época los emperadores se creían ser divinos ya que no creían en otras creencias y perseguían a los cristianos. Estos acontecimientos y persecuciones llevaron a los cristianos, seguidores de Cristo a que la profesaran en secreto. Uno de los seguidores más destacables de la fe cristiana fue Prócolo al que se le bautizo con el nombre de Genaro.
La vida de Genaro está llena de eventos milagrosos, se cuenta qué siendo Obispo de Benevento, fue capturado y apresado cuando fue a visitar a otro conclave en la cárcel.
Una vez apresado Genaro es sometido a terribles torturas con el fin de que acabe abandonando su fe por el cristianismo, cosa que el no acepta bajo ningún concepto. Por ello se le sentencia a morir en el horno, grande fue el asombro de todas las personas y de los guardias, cuando Genaro dentro del horno seguía intacto.
Al ver que sobrevivía a ese castigo, se le condeno a que fuera comido por leones en el circo romano, pero estas fieras en vez de atacarlo se rindieron a sus pies como cachorritos indefensos. El pueblo seguía pidiendo su muerte, por lo que finalmente muere decapitado el 19 de septiembre del año 305.
La sangre de Genaro se encuentra en el interior de una especie de capsula de cristal, esta comienza a diluirse cambiando su aspecto de solido y color oscuro a un rojo intenso y diluido este milagro que podemos ver hoy en día es cada 19 de septiembre y el primer sábado de mayo.
La Iglesia Católica considera este hecho un milagro y se repite exactamente en esas fechas cada año el milagro de la sangre de San Genaro. La ciencia ha tratado de dar explicaciones sobre este milagro sin obtener ninguna respuesta clara. Este acontecimiento de milagros y desgracias que ocurren cuando la sangre no se disuelve hace que miles de personas acudan a la catedral de Nápoles a venerar a San Genaro. Las personas que veneran al santo creen que la sangre ha protegido a la ciudad de las erupciones del volcán Versubio.