El Papa Francisco desistió de usar el crucifijo de oro, símbolo de poder y característica de todos los sumos pontífices, miles de fieles quedaron extrañados ante tal decisión. La incertidumbre se apoderó de los católicos y los “conspiradores” se aprovecharon de la situación. El Papa argentino eligió usar una cruz plateada con figuras que salían de lo común. La teoría de que se trataría de un símbolo “diabólico” cobró fuerza.
La imagen que aparece representada en el crucifijo papal es la de un hombre que lleva sus brazos cruzados al pecho, tomando un cordero alrededor de su cuello y detrás de él puede verse todo un grupo de animales. Algunos escépticos veían con malos ojos a la cruz pues era un objeto que no provenía de Roma, sino que era un obsequio. Entonces solo quedaba una pregunta. ¿De dónde provenía?
Ante la ola de críticas, el propio Francisco decidió aclarar el origen y significado del crucifijo. El Papa afirmó que la cruz se la entregó otro cura iraquí en la Plaza San Pedro. “Esta cruz la tenía un cura iraquí en sus manos cuando lo decapitaron al negarse a renunciar al cristianismo”, reveló.
Con esta aclaración se confirma que la imagen es de índole religiosa e incluso histórica, pues representa uno de los problemas con los que lidia el cristianismo: la persecución.
