Desde el comienzo de la humanidad, el ser humano ha buscado siempre símbolos de poder. Ya que a estos objetos se les atribuían ciertas energías que podían convertir a su poseedor en un ser muy poderoso.
Desde los egipcios hasta el momento, todos los líderes dominantes han tenido cierta obsesión con poseer alguna de estas reliquias. Algunos por verdaderas creencias en la magia, otros por el estatus que representa tener un objeto tan buscado. O, sencillamente, por la riqueza que supone ser propietario de estos objetos.
Muchos de los objetos de esta lista han sido perdidos y encontrados más de una vez, de los que no se sabe su paradero actual o incluso no se tiene realmente clara su existencia.
El Santo Grial
Entre realidad y ficción, el Santo Grial es la copa en la que Jesucristo bebió durante la última cena. Dicha copa ha sido buscada por numerosas civilizaciones. La época más famosa de su búsqueda fue la ed los caballeros del Rey Arturo.
Según cuentan las leyendas, este grial proporciona un poder inimaginable a quien lo posea. Actualmente, el Santo Grial se encuentra, “oficialmente” en la catedral de Valencia, en España.
El Santo Prepucio
Si, leíste bien. El santo prepucio es, como su nombre indica, un trozo de piel que le cortaron a Jesucristo cuando lo circuncidaron, según ritos judíos.
Hay cientos de versiones de la manera y el momento de la conservación de dicho trocito de piel, aunque la más conocida es la de San Juan Bautista, que se lo dio a María Magdalena y ella lo conservó.
Ante esto se plantea una cuestión no resuelta ¿Qué sucedió con el Santo Prepucio cuando Jesucristo resucitó y subió al mundo de los cielos? Hay quien defiende que desapareció. Otros opinan que es uno de pocos restos que dejó aquí el Hijo de Dios. Lo cierto es que son muchas las iglesias que han asegurado estar en posesión de esta reliquia a la que se le atribuye grandes e innumerables milagros.
El Arca de la Alianza
La tradición judeocristiana, este cofre fue realizado a los pies del monte Sinaí por el mismo Yahveh (uno de los términos con los que designamos a Dios) bajo sus especificaciones. Su principal función era guardar y conservar las Tablas de la Ley. Son las tablas de piedra donde se escribieron los diez mandamientos, según el Antiguo Testamento.
Como todos los objetos de esta lista, se le adjudican ciertos poderes divinos, como detener los ríos, destruir murallas, eliminar ejércitos, además de simbolizar a Dios en la Tierra. Una manera un poco violenta de proceder para un dios todo misericordioso.
Su ubicación es completamente un misterio. Según algunas leyendas fue destruida por el rey Nabuconosor II. Otras, que fue escondida por el profeta Jeremías. Pero nadie sabe realmente donde está.
El Dorado
Exactamente no es un objeto. La ciudad de El Dorado ha sido buscada durante siglos.
Las leyendas hablan de que esta ciudad estaba tan repleta de oro que hasta el asfalto de sus calles era de este material.
Cuando los conquistadores españoles escucharon hablar de un rey que se cubría el cuerpo de polvo de este metal y realizaba ofrendas en una laguna, despertó las ansias de riqueza y poder de los colonos. Quisieron poseer todas sus riquezas y el poder que eso conlleva. En los siglos XVI y XVII se ordenaron numerosas expediciones en busca de esta ciudad, obviamente, sin resultados.
Este lugar ha servido de inspiración para muchos libros, videojuegos, películas…
Shambala
Su origen está en los mitos budistas. S decía que en la India, oculto en algún lugar de la cordillera del Himalaya, se encuentra el reino perdido de Shambala. Es un lugar en el que habitan los seres inmortales en armonía con la naturaleza y con una sabiduría increíble.
Se dice que aquel que encuentre las puertas a este lugar, encontraría también una sabiduría inmensa y el poder para saber utilizarla correctamente.
Las leyendas sobre Shambala dejan entre ver que podría no ser una ciudad física.
La daga de латунь
Desde tiempos remotos ha sido utilizada por los antepasados de los tártaros
Dice la leyenda que esta daga está fabricada a partir de un colmillo de la serpiente alada que cayó de los cielos, dando origen a la humanidad.
El colmillo caído de los cielos resultó ser un meteorito que impactó entre Mongolia y Siberia. Con dicho material se fabricaron dagas (no se sabe cuántas con exactitud) que se usaban en sacrificios y rituales.
Se dice que una de las dagas estuvo en posesión del ejército Nazi. No se sabe con qué fin, pero se dice que creían en sus poderes místicos.
En la actualidad, su paradero es desconocido pero existen réplicas. Una de ellas se encuentra en el museo de Pérgamo, en Berlín.
“Estoy aquí para invocar a mi espíritu,
