El miedo irracional
a las casas se denomina domatofobia. Se trata de un temor limitante que impide a quienes
lo padecen quedarse a solas dentro
de un edificio o incluso simplemente entrar en él. Como en la mayoría de
las fobias, la causa más común es doble. Se empieza por sentir desasosiego en alguna etapa de la vida y
luego se asocia esa ansiedad a una determinada
vivienda. Después,
en una segunda fase, el afectado
empieza a evitar las casas en general, y eso hace que cada vez les tenga
más miedo. En pocas ocasiones la domatofobia viene de una experiencia
traumática puntual.
Pero la
domatofobia no es el único tipo de
trastorno psicológico relacionado con las casas. También está la
llamada oicofobia, que es
el miedo irracional y enfermizo a lo
hogareño y a todo lo que tiene que ver con el hogar. Otro miedo
"arquitectónico" muy extraño es la nostofobia, que es el pánico irracional y enfermizo a regresar a casa.
En el lado
opuesto se encuentra el miedo a
cruzar la puerta de casa, salir y enfrentarse al mundo a exterior, que
es una de las fobias más comunes. Este es un terror asociado a la ansiedad. Se
conoce como agorafobia, y
se manifiesta mediante recurrentes ataques de pánico cuando el individuo que lo
padece se ve expuesto a todo aquello que teme, es decir, al mundo exterior.
Generalmente va acompañada del
miedo a las multitudes, a los puentes o a estar solo en espacios exteriores.
La raíz de todos estos miedos deriva de la inseguridad de no poder controlar
una situación que tememos.