P-EL PODER CURATIVO DE LAS PIEDRAS (1)
ESMERALDA
Sus variaciones de opacidad permiten una menor intensidad vibratoria, por lo que son muy buenas para dolencias circulatorias. Desde su parte cristalina hasta su raíz irradia fuerza. Proporciona 
Su color verde transmite fuerzas positivas de equilibrio y vigor, y purifica el espíritu. Neutraliza las energías negativas. Desde la antigüedad se la ha considerado la más divina de todas la piedras preciosas. 
Variedad del berilo: silicato doble de aluminio y berilo. Su color se debe al contenido en cromo que tiene su composición.
Por su origen común, tiene una estrecha relación con las aguamarinas, aunque se desarrollan en contextos diferentes. De la misma familia son la goshenita, el heliotropo, la morganita y otros cristales de berilo.
Se recomienda en dolencias circulatorias por su afinidad con el chakra cardiaco y laríngeo, el plexo solar y el tercer ojo. Sus vibraciones cumplen funciones de equilibrio y purificación, vigorizan a los ancianos y neutralizan sus campos negativos energéticos.
La mitología cuenta que la Esmeralda fue un regalo del planeta Venus a la Tierra. Piedra del amor: te lleva al Amor Universal. Protectora de los viajeros tanto por agua, mar o tierra. Cuidan nuestra salud interior.
JADE
Sus efectos curativos se centran en los ojos, riñones y vejiga.
El jade era utilizado por los aztecas para sus talismanes y armas, porque lo consideraban una cura contra las enfermedades renales, lo llamaban “La Piedra de la Cadera”. Los conquistadores españoles lo introdujeron en España.
Se utiliza para tratar la infertilidad, las migrañas, neuralgias, influenza, complicaciones digestivas, problemas gástricos, cólicos, herpes e ictericia.
El agua de jade se usa como diurético, ayuda en los partos y se utiliza sobre el cuerpo.
Es un estimulante natural de las emociones, penetra en los sentimientos y ayuda a encontrar el karma.
Conocida también como “Piedra de la Humildad”, es considerada desde el siglo XVIII en China como la piedra más preciosa entre las preciosas. Representa satisfacción, desinterés, armonía, paz, amor y equilibrio.
Sus tonalidades van desde toda la gama de verdes, amarillo, blanco, negro, rojo, gris, rosado y violeta.
Ayuda a interpretar y comprender los sueños, nos brinda un mayor conocimiento de nosotros mismos, una vida más larga, relax, fortalece el amor.
Si se emplea para la meditación nos ayuda a descubrir nuestros errores del pasado y así progresar en nuestro actual presente hacia un mejor futuro. Esta piedra posee una vibración capaz de balancear la parte emocional con la parte intelectual