Eleva tu autoestima. Para dominar los celos, es importante eliminar la mala raíz que los provoca. Esta casi siempre procede de la baja autoestima. Para contrarrestarla, comienza por hacer un inventario de tus puntos “fuertes” en todos los aspectos de tu vida (de nuevo, no solo el físico). Reconócelos, celébralos, felicítate por ellos. Dedícate tiempo para cultivar intereses propios y nuevas amistades; nutre y amplía tu mundo interior y esto, a su vez, fomentará tu independencia emocional. Entonces serás capaz de amar sin necesidad de “aprisionar” a tu pareja. Cuando una persona tiene un sano nivel de autoestima, no se sientes amenazada por otros.
Suprime el impulso. Ahora que reconoces el patrón, ya no se trata de un impulso inconsciente; ahora sabes de dónde surge y cómo te has programado para reaccionar ante ese estímulo. Ahora eres capaz de elegir cómo vas a actuar. Puedes reconocer que estás a punto de caer en el patrón de siempre; tomarte unos minutos para calmarte (respirar profundo, hallar tu centro) y proceder de una manera diferente. Ya no tienes que hacer comentarios ofensivos, acusar, pelear o hacer sentir mal a tu pareja. Estar consciente de dónde surge el problema te permite mantener el control.