LOS HOTELES ENCANTADOS EN TOLEDO.
lunes, julio 17, 2017, by Sula
El primer caso, y posiblemente más conocido en la ciudad
desde hace unos años, se trata de un famoso hotel afuera de las murallas, que
ocupa lo que hace años fue un orfanato. Algunos empleados de la limpieza han asegurado
escuchar en diferentes ocasiones alboroto de niños, que por momentos parecen
jugar, y por momentos parecen entrar en inconsolable llanto. Nada de extraño
debería tener este hecho, ya que junto al hotel se encuentra uno de los
colegios con más alumnado de la zona. Pero todo cambia cuando este alboroto de
niños se escucha en periodo de vacaciones o en horario no habitual de un
colegio al uso. Incluso algún que otro cliente ha afirmado pasar la noche con
intranquilidad al oír ruidos extraños dentro de la habitación y tener
sensaciones extrañas.
Como curiosidad agregar que a finales del pasado verano de
2014, junto a la fachada de este antiguo orfanato fue encontrado un hombre de
mediana edad inconsciente a altas horas de la madrugada, sin que los sanitarios
pudieran hacer nada a su llegada, ya que falleció antes de que pudieran
trasladarlo. Parece ser que el motivo del fallecimiento de este hombre de unos
50 años fue un infarto repentino.
Otro caso más reciente, pero también conocido, es el de un
hotel más céntrico y con algo menos de antigüedad que el anterior. Ya venía
funcionando como hotel desde hace unos años, pero no fue hasta el año 2005, en
el que acometieron una reforma para ampliar el hotel con unas casas anexas,
hasta cuando se empiezan a notar los primeros fenómenos extraños. En este
programa de radio, de Onda Mencia, facilitan el caso detalladamente
Lo primero que empezaron a notar los trabajadores del hotel,
cuando no había ningún cliente alojado, es el sonido como de arrastrar de camas
en las habitaciones, y abrir y cerrar de las cerraduras de las habitaciones.
Además, ciertos objetos ornamentales que se encontraban sobre los
cubre-radiadores, aparecían colocados de forma diferente a la que los dejaban
los empleados. También otros “síntomas” habituales de este tipo de
fenomenología como es el encender y apagar de luces y aparatos eléctricos sin
que medie mano humana.
Los clientes también han sido testigos y víctimas de sucesos
inexplicables. Un viajante, cliente habitual del hotel, se presentó asustado en
plena noche y en ropa interior en la recepción, pidiendo que le cambiaran de
habitación, ya que en la que ocupaba estaban pasando cosas extrañas. Afirmaba
que los cajones de los muebles se abrían y cerraban solos, y cuando él quería
comprobar qué era lo que pasaba no podía mover estos cajones.
Narra también una empleada de la limpieza cómo vio volcarse
una papelera sin que hubiera causa para ello.
El recepcionista de noche, al parecer un hombre ya mayor,
también tuvo sus momentos de pánico que provocaron que en más de una noche
tuviera que salirse a la calle y refugiarse en su coche hasta finalizar su
turno. Y es que frecuentemente oía ruido de inexplicables pasos que recorrían
las escaleras y pisos superiores. Parece ser que escuchar golpes y sonidos
extraños desde la recepción es algo habitual.
Uno de los momentos más llamativos causó que una empleada
que estaba haciendo el turno de noche tuviera que llamar a la policía presa del
pánico, y es que inexplicablemente le llegaban a recepción llamadas desde
una habitación en concreto, cuando el hotel estaba totalmente desocupado. Desde
luego, si se oyen ruidos cuyo origen se desconoce, si se reciben llamadas desde
habitaciones desocupadas, si se ven objetos moverse o que han sido movidos… es
comprensible tener cierto miedo, o al menos preocupación ante lo desconocido.
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