PREMONICIONES

jueves, noviembre 19, 2015, by Sula

Durante el sueño parece que se nos abran otros mundos. Con frecuencia, nuestros sueños nos transportan a tiempos y lugares remotos; nos encontramos a nosotros mismos entre personas y cosas que nos son familiares, aunque extrañamente transfiguradas. Hacemos cosas que nos resultarían imposibles estando despiertos, o nos encontramos paralizados e incapaces de realizar la más simple de las acciones. A veces, los sueños nos proporcionan un conocimiento real, una visión de un futuro que acontecerá en realidad.
Este tipo de sueños han desconcertado a la humanidad desde el principio de los tiempos. Las antiguas creencias acerca de los sueños se basaban en la idea de que predecían sucesos futuros, y se inventaron métodos complicados para su interpretación. Uno de los más antiguos manuscritos que se conservan, un papiro egipcio de 4.000 años de antigüedad, está dedicado al complejo arte de la interpretación de los sueños.
            En el Libro de Daniel se halla recogida una historia dramática, referida a un sueño de Nabucodonosor, rey de Babilonia. El rey despertó una mañana, con la sensación de haber tenido un sueño de origen divino, pero que no recordaba. Nabucodonosor insistió en hablar con los sabios para que le contaran su sueño y le explicaran su significado, llegando a amenazarlos con la muerte si fracasaban.
            Daniel, famoso ya por su conocimiento de visiones y sueños, salvó la situación.  Rogó para que Dios le revelara el sueño, y esa noche tuvo una visión. Vio una imagen con la cabeza de oro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro y los pies, parte de hierro y parte de arcilla. La imagen fue destruida por una roca, que se convirtió en una montaña y cubrió toda la Tierra. El rey reconoció su sueño, y Daniel lo interpretó así: la cabeza de oro representaba el gobierno del rey, y las otras partes de la imagen el declive del reinado bajo los sucesivos gobiernos, finalizando con su destrucción. El reinado siguiente sería establecido por Dios y ya no tendría fin. El rey rindió tributo a Daniel y lo ascendió a un alto cargo.
            Hablando de nuestros días, semanas antes del fatídico 11 de septiembre, centenares de personas afirman haber tenido sueños premonitorios del desastre. El fenómeno se relaciona por sensaciones tales como ansiedad, inquietud o incluso sensación de malestar que sugieren un inminente desastre real. En muchas ocasiones la sensación tiende a ocurrir antes de los desastres, accidentes, muertes y otros eventos traumáticos llenos de cargadas emocionales. En otros casos la premonición también puede venir por algún evento positivo que marcará la vida de la persona.
            La mayoría de nosotros tenemos experiencias premonitorias, una sensación de algo que va a ocurrir en un grado u otro. A veces, una gran sensación inexplicable de tristeza que has tenido durante el día, para luego enterarse de algún evento trágico ocurrido durante el día.
Hay muchos otros casos en que solo se experimenta en algunas ocasiones, que los más escépticos lo atribuyen a las “coincidencias”. Sin embargo, cuando una premonición es muy fuerte, el experimentador no tiene ninguna duda de lo que va a suceder. Hay otras personas que son más sensibles a este tipo de sentimientos, son los llamados “sensibles” o “psíquicos”. Este sentimiento también se amplifica entre parientes cercanos, donde el vínculo psíquico parece ser más fuerte. Las premoniciones puede ser tan sutiles como unas sensaciones tan abrumadoras que puede afectar a tu rutina diaria y te impide concentrarte en otras cosas.

El funcionamiento de estas premoniciones, aun en nuestros días, es de origen desconocido y no se sabe con exactitud porque algunas personas la poseen y la única teoría es que dichas personas son más intuitivas o propensas a la sugestión psíquica.

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