Remedios alivia-penas
martes, junio 13, 2017, by Sula
No importa lo que pase, ¡nunca tiene que bajar los brazos y
darse por vencido! utilice estos elixires florales para encontrar solución a
sus conflictos.
Las emociones negativas como la tristeza, el sufrimiento por
amor o los fracasos, muchas veces, llegan a dominarnos a tal punto que impiden
que disfrutemos de la vida.
En estos casos, nuestras mejores cualidades quedan ocultas y
nos vamos retrayendo hacia un mundo oscuro, aislándonos cada vez más, hasta
caer en la depresión y el desánimo.
Felizmente, la naturaleza, con sus propiedades mágicas y
sanadoras, le ha permitido al hombre crear ciertos elixires florales que ayudan
a combatir los sinsabores naturales de la existencia.
¿QUÉ FLORES ELEGIR PARA MEJORAR SU ÁNIMO?
Fíjese el elixir que le permitirá aliviar sus penas y,
luego, prepare su remedio.
Angélica: fortalecimiento espiritual. Sirve para combatir
estados débiles por agresiones externas y para enfrentar miedos. Trabaja
desarrollando fuerzas de pensamientos positivos.
Árnica: reconforta y regenera. En las heridas del alma,
alivia el malestar originado por vivencias fuertes y traumáticas, violencia
familiar, shocks emocionales, pérdidas de familiares, etc.
Consuelda menor: fuerza de curación. Ayuda a los enfermos a
adquirir conciencia de la capacidad interior de sanación. Aumenta la confianza
en uno mismo, la esperanza y las ganas de vivir.
Salvia: olvidar amores dañinos. Otorga sabiduría interior
para aprender sobre experiencias de amor que lastiman el corazón y provocan miedo
de emprender nuevas relaciones.
Tilo: elimina la sensación de soledad. Ayuda a la
receptividad sentimental y otorga apertura comunicacional. Actúa sobre las
personas muy tímidas.
¿CÓMO PREPARAR LA RECETA?
Los elixires florales o tinturas se consiguen en
herboristerías o santerías. Una vez que tenga la adecuada, proceda así:
Vierta 15 gotas del elixir en una copa de vidrio.
Luego, agregue 5 gotas de aceite esencial de alcanfor, cuya
función es potenciar los estados energéticos y una pizca de sal, para alejar lo
negativo.
Tome un baño relajante y, si tiene bañera, vuelque el
remedio en el agua. Si tiene ducha, viértalo sobre sus hombros y espárzalo por
su cuerpo.
Para finalizar, enjuáguese con agua limpia y acuéstese en la
cama para relajarse y cargar energías.
Repita esta curación una vez por mes hasta aliviar sus
penas.
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