Puedes decir las siguientes palabras en voz alta:

“Gracias por iluminar mi camino, por alimentar mi suerte y por escuchar mis plegarias”
Dibuja un círculo en la hoja con tu bolígrafo (de tinta azul o negra). No importa si no queda muy centrado o es inexacto, lo que verdaderamente importa es que se cierre el círculo
Coloca las tres monedas formando un triángulo de la fortuna o la suerte, dentro del círculo que acabas de dibujar y sitúa encima de estas el plato plano.
Ahora pondremos sobre el plato los elementos mágicos y bendecidos:
Esparce un pequeño puñado de arroz por el plato y di en voz alta la siguiente frase:
“Alimento mis deseos”
Ahora esparce la cucharada de harina de trigo y pronuncia en voz alta lo siguiente:
“Alimento mi buena suerte”
Ahora exprime medio limón sobre el arroz y la harina mientras dices en alto:
“Purifico mi energía”
Es el turno de la sal, ingrediente fundamental del hechizo por su poner neutralizador de negatividad y liberador de obstáculos. Espárcela con tus propios dedos Mientras lo haces debes pronunciar en alto lo siguiente:
“Limpio de todo mal mi camino”
Y para finalizar deposita, en la misma posición que pusiste las monedas debajo del plato, las tres hojas de laurel, formando de nuevo un triángulo sagrado y diciendo en alto, con fuerza, rotundidad y totalmente convencido la siguiente frase:
“Obtengo la Buena Suerte”
Del mismo modo que al comienzo, cierra la sesión con gratitud y repitiendo la siguiente frase en alto:
“Gracias por iluminar mi camino, por alimentar mi suerte y por escuchar mis plegarias”

Ya entonces puedes comenzar a recoger todos los elementos sobrantes del ritual y tirarlos a la basura. Todo excepto las 3 monedas que quedaron bajo el plato y se cargaron de poderosa energía positiva.

Además, puedes guardarte las monedas en diferentes lugares de la casa, o en tu bolso como elementos generadores de felicidad y buena suerte.