Esta gema, de aspecto incoloro, actúa con poder estabilizante. Fue considerada el ágata de los soldados y guerreros y está asociada a la naturaleza, protegiendo a quien la lleva en lugares naturales como montañas, campos…de posibles accidentes.

El ágata musgosa está vinculada con Venus y la Luna. Es portadora de paz y permite a quien la lleva desprenderse de miedos, aumentando su sensibilidad y consiguiendo que la vida hogareña se haga más agradable.

Atrae buena fortuna en el ámbito familiar, mejorando las perspectivas económicas dentro del mismo.

Es idónea para fomentar la estabilidad sentimental en las parejas, pues induce a quien la porta a disfrutar del amor dentro del hogar.

Esta piedra favorece la comunicación, la confianza en uno mismo y el equilibrio emocional.

A nivel terapéutico refuerza el sistema inmunitario y circulatorio, además de ser indicada como antiinflamatoria.